Por estas tierras la corrupción está prácticamente institucionalizada, se da especialmente entre algunos alcaldes, esos que adjudican obras cuyo pliego de condiciones está redactado a la medida de la empresa gestionada por la mujer del alcalde anterior, esos que aceptan coches a modo de incentivo que acelere la elección entre dos presupuestos similares. El mundo del taxi no es ajeno a dicha corrupción. Yo pensaba que era inmune a estas triquiñuelas pero hace poco descubrí que no es así. Siempre hay algún hotel o restaurante que garantiza a los taxistas a cambio de unos pocos euros (o no tan pocos) un aviso para que sean ellos los que acudan a recoger a los clientes en lugar de cualquier otro compañero. Y para algunos gerentes de hoteles está tan asumido este tema que incluso lo incluyen en el sueldo (o lo utilizan como excusa para que no sea mayor) que ofrecen a los camareros y recepcionistas en el momento de su contratación.
Se convierten así estos comisionistas, o chantajistas abandonando los eufemismos, en intermediarios entre clientes y taxistas. Esta práctica, además de ilegal, ahora mismo es completamente innecesaria. Existen actualmente múltiples posibilidades para que un taxista se promocione y logre fidelizar a sus clientes. Aquí os dejo algunas ideas para conseguirlo:
- Twitter: yo sigo los comentarios de @jordimusoy, un taxista de Sant Cugat del Vallés que utiliza este medio para expresarse, dar a conocer eventos, incidentes relativos al tráfico y también para publicitarse, ¿por qué no? Supongo que habrá muchos más a los que todavía no conozco que hagan lo mismo que él.
- La aplicación Fast-taxi, que pone en contacto directamente a usuarios y taxistas, permite que los clientes puedan añadir a los taxistas cuyo servicio les haya resultado satisfactorio a su lista de favoritos e identificarlos rápidamente la próxima vez que vayan a pedir un taxi.
- Distribución de tarjetas de visita entre los clientes con los datos de contacto: nombre en Fast-taxi, nombre en twitter y número de teléfono, por ejemplo.
Uno puede optar por estos métodos si quiere diferenciarse del resto de taxistas por la excelencia del servicio que ofrece, ser valorado y recomendado por su profesionalidad en lugar de por estar al servicio de determinados acuerdos mafiosos que contribuyen al desprestigio del sector, a disminuir su calidad de servicio suponiendo además una merma en la recaudación de aquellos taxistas que pasan por el aro y pagan a esos chantajistas que de este modo, tal vez se verían obligados a trabajar mejor para aumentar sus ingresos, ¿no creéis?
No es un consuelo pero pasa en muchos otros lugares, no solamente en Barcelona:
http://www.apramp.org/noticia.asp?id=902
http://www.20minutos.es/noticia/347261/0/taxistas/conserjes/comisiones/
Yo creo que es tan culpable de que se dé esta situación quien acepta el pago de estas comisiones como quien las propone. Si “Sálvame” tuviera la misma audiencia que el programa “Tres14” de La 2, no duraría ni una semana más. Del mismo modo, si nadie aceptara el pago de una sola comisión más, desaparecerían y el hecho de siquiera plantearlas perdería todo el sentido.
@csr_frias